Y entonces me doy cuenta que mi vida está allá, en otra parte, en un aquí,
nunca en un ahora, que está en aquellos surcos que se forman en la tierra,
en unos pies que no descansan, en unos ojos que no duermen, en una boca que nada se guarda.
martes, 18 de noviembre de 2008
Una se cree gente grande al bajarse del avión. Las pupilas tiemblan. Agua detenida en las pestañas. Una lágrima empuja a otra. Es noviembre. Una no es la misma de hace meses.
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