Y entonces me doy cuenta que mi vida está allá, en otra parte, en un aquí,
nunca en un ahora, que está en aquellos surcos que se forman en la tierra,
en unos pies que no descansan, en unos ojos que no duermen, en una boca que nada se guarda.
sábado, 30 de enero de 2010
El viaje de Emilio.
Las caras de los Inteatrables me hacen gritar como lo hice en la infancia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario