Y entonces me doy cuenta que mi vida está allá, en otra parte, en un aquí,
nunca en un ahora, que está en aquellos surcos que se forman en la tierra,
en unos pies que no descansan, en unos ojos que no duermen, en una boca que nada se guarda.
domingo, 29 de mayo de 2011
De vez en cuando la familia es el caldo de pollo para el alma. Abrazos en conjunto.
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