La resaca post Encuentro todavía sigue. La casa sigue revuelta, extraña a los que ya se fueron y dejaron su energía atravesando las paredes, las puertas, el espacio. Qué escribir sobre los encuentros, que en ocasiones son fortuitos, en otras, planeados? Elma y yo estamos cansadas, recibir a tantas personas y no poder complacerlas a todas es espeluznante.
Mi casa ahora vacía recibe las cosas olvidadas: la chamarra de Franco, el estuche sin rastrillo de Noé, la pasta de dientes de alguien más, un libro que debo buscar, los tennis de Abril, la colchoneta de Miriam, el chocolate de regalo.
Y entonces me doy cuenta que mi vida está allá, en otra parte, en un aquí, nunca en un ahora, que está en aquellos surcos que se forman en la tierra, en unos pies que no descansan, en unos ojos que no duermen, en una boca que nada se guarda.
martes, 26 de mayo de 2009
martes, 12 de mayo de 2009
jueves, 7 de mayo de 2009
martes, 5 de mayo de 2009
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