miércoles, 17 de noviembre de 2010

De viaje

Y entonces...
Veo el traje gris y me imagino en Praga, que hablo checo y nadie me entiende, que camino por sus estrechas callejuelas cremas, rojas y color chedrón, que cruzo los puentes dorados con el sabor de un café espresso ristretto en la lengua y el humo de un lucky en los pulmones, que veo los antiguos faroles y a mi sombra detenida en el tiempo, sin identidad, sin rostro, sin cuerpo; que contemplo los jardines barrocos y arrojo el celular al agua, que mis oídos están cerrados y no veo más lo que quiero ver; que me dedico a todo y a nada, que nunca he pisado un teatro ni fingido un orgasmo; que escondo la sonrisa entre las manos y doy asesorías para la conservación de la especie monarca; que me siento en una de las lápidas más antiguas del Cementerio Judío y me como una nieve mientras pienso en el Cementerio de Montparnasse donde están enterrados Baudalaire, Jean Paul Sartre y Simone de Beauviour. que recorro la noche en la Plaza Vieja y pienso en la Maga como uno de los personajes mas estúpidos de la historia literaria.

Imagino...mientras observo un traje gris que recorre Morelia.

Nunca un epitafio para los mentirosos.


3 comentarios:

Miriam García Aguirre dijo...

Morelia es hermosa, que no te distraigan los trajes grises y menos los mentirosos. Me encanta eso de nunca fingir un orgasmo, me encanta. Descansa. Saludos.

Anónimo dijo...
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Anónimo dijo...
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