sábado, 29 de enero de 2011

He comenzado a empacar.

Siento como si perdiera una pierna, un brazo.

En cada objeto se queda la memoria detenida, se queda una ciudad llena de fantasmas. No, no es Pedro Páramo.

Es una casa que se deja.

Seguiré durmiendo en el sillón mientras pueda.

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