Y entonces me doy cuenta que mi vida está allá, en otra parte, en un aquí,
nunca en un ahora, que está en aquellos surcos que se forman en la tierra,
en unos pies que no descansan, en unos ojos que no duermen, en una boca que nada se guarda.
jueves, 22 de diciembre de 2011
Extraño aquella casa blanca de puertas rojas. Mi casa. Mi espacio. Mis muebles. Todo. Era mío. Mi sillón.
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