miércoles, 14 de mayo de 2008

Cosas que, después de todo, no son tan difíciles de hacer:

Cargar un garrafón de agua -aunque tenga que usar las dos manos-
Poner un foco -aunque tenga que subirme a una silla y oler el vértigo-
Sacar los tambos de basura -aunque nuestro peso luche cuerpo a cuerpo-
Apagar mi lámpara de noche -aunque me despierte en la madrugada y la prenda de nuevo-
Dejar los trastes sucios -aunque sea un plato y una taza-
Hacer caldo tlalpeño con cien pesos -aunque alcance sólo para mí –
Añadir un lazo al tendedero -aunque quede flojo y la ropa casi arrastre-
Prender el boiler -auque el miedo me cierre los ojos-
Porque el miedo no es la ausencia de valor, sino el conocimiento de que hay algo más allá del miedo y, el boiler sea un dragón que de cuando en cuando, abre la boca y lanza resplandores que me queman las pestañas.

4 comentarios:

cotidiana dijo...

esmeriux, soy la aymé panzas.
abrazos, primero

cómo te va con la calor?

oye, necesito unos consejos teatrales (jeje) pa las clases con mis chamacos. nomás que no me acuerdo de tu correo. el mio (todo tiende a perderse. casi todo): cotidiana@hotmail.com

besos dobles

Óscar David López dijo...

¿Y extrañarme?

:P

Besote.

Òudi-Ló

víctorhugo dijo...

cuidado con el dragón...
abrazos
besos

Miriam García Aguirre dijo...

¿dónde andas corazón? nos vemos el domingo.