jueves, 8 de mayo de 2008

Mariana lloró el día de hoy. Lo hizo después de un ejercicio. Me sorprende que a sus diez años ya esté segura de que el teatro es su pasión. Adoro a mis grupos, en especial a éste. Pero me asustan - confían demasiado en mí- y la responsabilidad de ser su maestra, es demasiada.

Mariana me abrazó con la fuerza de sus diez años, me dio las gracias y dijo:

Dentro de unos años maestra, usted y yo compartiremos el escenario y al terminar la función, la voy a abrazar tal como lo estoy haciendo ahorita y le voy a decir al oído: por usted estoy aquí.

Ya no aguanté, las lágrimas se me salieron. Todos nos dimos un abrazo colectivo y nos dijimos cuánto placer nos genera vernos dos veces por semana.

1 comentario:

Fausto Vargas dijo...

Saludotes desde la liber