Y entonces me doy cuenta que mi vida está allá, en otra parte, en un aquí,
nunca en un ahora, que está en aquellos surcos que se forman en la tierra,
en unos pies que no descansan, en unos ojos que no duermen, en una boca que nada se guarda.
miércoles, 14 de mayo de 2008
Cuando me lleve la Muerte Dios me cerrará las puertas, ofreceré dos monedas como pago por mi existencia. al cruzar el río le guiñaré el ojo a la lujuria ambas sabemos que el cielo penetra la tierra.
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