viernes, 13 de junio de 2008

De regreso en Tijuana. Las vacaciones se terminaron en el momento en que nos subimos al avión. Maldito Aerocalifornia: no te ofrecen café. Llegamos a nuestra ciudad y sentimos el cambio de clima: directo al trabajo con todo y maletas. La ciudad no nos dio tregua.
Costó acostumbrarse a las calles y a las vacas surrealistas que nos saludaron con sus patas de colores.
Ayer, por fin, me sentí en casa, mi casa, nuestra casa: el Dandy´s. Marco y Sara llegaron de Tamaulipas con sus perros de agua. Tuvimos que ladrar para no ahogarnos. Me tomé tres cervezas al hilo y se me subieron rápidamente. Extrañé Hermo, allá no pasan esas cosas. El sol no deja que sientas las chelas, aunque tu estomago diga lo contrario.
Tijuana con su sonrisa nerviosa, cuerpo tenso y saludo tembloroso, me dio la bienvenida. Me fui sólo cinco días. Siento que ya no le pertenezco.

2 comentarios:

Sol dijo...

aquí siempre hay huequito para cuando quieras volver... besos

Carmen

sarauribe_26 dijo...

mi querida esme, muchas gracias por tu hospitalidad, aunque no se usó el famoso colchón, guárdalo muy bien porque seguro que estos perros de agua volverán a hacer de las suyas a tierra tijuanenses

un abrazo fuerte desde esta otra playa, la de Tampico