martes, 4 de noviembre de 2008

Caminó con su vestido blanco hasta la orilla del puente. La brisa salina le penetraba la piel, sus ojos cruzaron la mirada del otro, preguntó que si estaba bien: no obtuvo respuesta. Sus pies en la orilla brillaban con las uñas rojas, ¿y el zapato? Sólo uno. Los rizos habían desaparecido, ya no peleaban con el viento, no sobre su espalda. Negro. Duela. Regreso. La cinta azul resbaló por su vestido: mala señal. Uñas rojas: espejo envinado de su piel; el líquido casi púrpura la trepó desde los tobillos hasta la boca, náuseas: no era él. Abrazo. Cuadros cubistas y mesas redondas sin mantel se burlaban y reían desprendidos de paredes y pisos. Su piel perdía el color carne, se envinaba. Corría. Malversada intentaba subir las escaleras, los pies se detenían. Silencio. No era él. Murmullo marítimo. El puente lejos. Caras conocidas volaban pendidas de alas. Oscilación perenne. A lo lejos él. Una cara. Abrazo. Otro. Su vestido escarlata cubría a las uñas ya blancas. ¿Las manos? Sólo un dedo que anulaba todo sentido. No era él. En la arena descansaba un corazón perforado, desnudo y sin memoria. A su lado: las balas.

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Mi unicornio azul

Algo de nosotros se queda en los objetos y en los días…

Abril Castro

Así de fácil se deshace uno de las cosas, mi cenicero favorito se deshizo de mí, lo hizo hoy por la mañana. Resbaló de mis manos en un acto inconsciente. Seguramente ya estaba cansado de escuchar mi silencio o de oír el canto de mi pensamiento. O tal vez de mi boca-ceniza. Su consistencia quedó fragmentada en el piso de mi cocina. Tal vez estaba deprimido por las noticias que llegaba a contarle: hoy, tres muertos, hoy, cinco, Tijuana en el ENCIERRO. Se fue, con su color terracota y todo. No me dio tiempo de despedirme, se fue, así nomás, sin decirme nada. No le importaron los años, ni el viaje que emprendió Querétaro-Guanajuato-Tijuana conmigo. Prefirió descansar en el bote de la basura hecho pedazos y con mi nombre hecho humo.

También los objetos tienen libre albedrío.

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Noviembre me quema los sentidos. El sol hace su tarea.

Hoy la lluvia.

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